Bueno, Mi señor, esta
es la alcoba que más cerca de la puerta está, por si la
tormenta remite y queréis marcharos... He mandado a los
sirvientes que preparen vuestro lecho con sábanas limpias.
tenéis agua para lavaros y algunos libros por si queréis leer.
Si queréis cenar, en el salón os servirán algo de comida pero si lo que buscaís es compañía... Mis sirvienas duermen en el sótano... En cuanto a mí, mis aposentos están en el Ala Norte del Castillo... Seréis bienvenido como os merecéis...
Que descanseís, mi Señor, y que Dios os proteja.
Buenas noches, me retiro a mis aposentos...
Por cierto, se me olvidaba, cuidado con los pasadizos secretos.
¿Qué te apetece hacer?
¿O tal vez prefieres compañía?