Este es el
hogar de la lujuria, en cuyas sabanas residen los más impuros
placeres, no querrás marchar.
¡Ah!
Mi noble Señor, veo que habéis encontrado el primer pasadizo secreto del castillo. No es el único, creedme.
Bienvenido a mi lecho.
He de confesaros que os esperaba, hace mucho tiempo que no viene nadie al castillo y la immortalidad se hace realmente aburrida para una mujer como yo...
Tal vez penséis que soy muy osada, así me han forjado los años...
En este lecho reside la mayor fuente de placer que existe, y soy yo. Todos los que han pasado por aquí están de acuerdo en ello.
Por favor, ¿ Podéis apagar la luz?
Un momento, ¿Ois? ¿Véis como no os mentía? Mi esposo Lassius me llama desde algun lugar y no sé cual. ¿No querríais ayudarme a buscarlo? Por favor, si no, jamás poddré descansar tranquila ni podré gozar plenamente de mis amantes. ¡Ayudadme, por favor! ¡Y os recompensaré como pidáis!
¡Os lo ruego!